Recientemente he estado leyendo un par de libros de Tony Robbins sobre finanzas. Si, el mismo Tony Robbins con un documental en Netflix y que es sumamente conocido por ser un coach de self-help. El primer libro que me leí de el, "Unshakable", vino por recomendación de una persona que estimo mucho y que considero un importante mentor. El otro libro, "Money: Master the Game", está mencionado muchísimas veces en el primero, puesto que este sirve de "secuela" para "Money". Así las cosas, luego de haber terminado "Unshakable" en menos de una semana, empecé con "Money" y he quedado enganchado.
Tranquilos, como saben este no es un blog sobre book reviews, así que no los aburriré con una ni tampoco les haré la maldad de tirarles spoilers, ese no es mi estilo - aunque aún sigo en shock de que Darth Vader es el padre de Luke Skywalker. El propósito real de este post es que conversemos brevemente sobre el elefante en la habitación, y qué estamos haciendo al respecto.
Como he indicado en escritos anteriores, particularmente este, la situación financiera de la gran mayoría de los panameños trabajadores es realmente pesada. No solo el 86% tiene ganancias mensuales por menos de $1,500 sino que, en una conversación con un abogado especialista en temas financieros y fiscales, se estima que, en promedio, la letra por montos adeudados consume el 50% de los ingresos de los panameños; y no ayuda tampoco el resultado que compartí de una encuesta en mi post anterior. Al ser esto así, veamos el siguiente ejemplo hipotético:
María es una trabajadora de una empresa mediana. Trabaja como gerente de sucursal y deviene un salario mensual bruto de $1,300. Luego de impuestos (i.e. Impuesto sobre la renta, Seguro Social, y Seguro Educativo), su salario neto queda en, aproximadamente y sin utilizar ningún tipo de deducción fiscal, $1,066.19. Ahora, si a esto le quitamos ese promedio del 50% (digamos que tiene entre hipoteca, tarjetas de crédito, préstamo de auto, y un préstamo personal, para mantener las cosas sencillas) el salario quedaría en $533.09. María, viendo esta realidad, ahora tiene que alimentar a su familia. Puesto que el costo promedio de la canasta básica familiar estaba en $265.20, al cierre de marzo 2020, le quedarían solamente $267.89. Entre gasolina de su auto ($100 al mes, tomando 3 llenadas de tanque a $33.33), el pago de la escuela de su hijo ($75 al mes), gastos de servicios públicos (i.e. electricidad, internet, telefonía, cable TV, y similares), otros $150 más, María estaría debiéndole a su tarjeta de crédito la suma de $57.11. Y todo esto es asumiendo que María, o su hijo, no salen a divertirse, que no tienen imprevistos en casa, que no le brinda mantenimiento al auto y, tal vez más importante, que no ahorra para ningún tipo de situación.
Este, mis queridos lectores, es el elefante en la habitación. La realidad que la gran mayoría de los panameños vive, de alguna forma u otra. Sí, esta es la realidad del panameño promedio.
PaleoPablo, ¿qué podemos hacer ante esta preocupante situación? ¿No es esto lo que lleva a las personas al desespero y a elegir a dictadores como Chavez, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, y otros? ¡No queremos que ese sea el futuro de nuestros hijos ni de Panamá!
Que bueno que lo preguntas y me alegra leer estas palabras, estimado lector.
Definitivamente que desde el estado hay muchas alternativas que pueden implementarse para mejorar esta situación. Sin embargo, ni tu ni yo estamos en el gobierno para poder ponerlas a andar, por lo que nos queda solamente nuestra iniciativa privada; tu sabes, esa que ha hecho cosas tan maravillosas como crear redes sociales, la teoría de la relatividad de Einstein , la constitución y puesta en marcha de forma exitosa de cientos de miles de empresas a nivel mundial, entre muchas otras cosas. Si creemos en nuestra capacidad como individuos de poder resolver los problemas, cuando nos juntamos en equipos, en comunidades, esto se ve exponenciado.
Desde implementar proyectos de educación financiera, a contribuir a caridades que se dediquen al cuidado de personas de escasos recursos, a ser cada día mejor y agregar, así sea, 1% más de valor a todo lo que hacemos (i.e. trabajo, emprendimientos, hobbies, amor al prójimo), todo esto eventualmente se traduce a un mejor país para todos.
Siendo aún más concretos y buscando ayudar a nuestra amiga María, ayudándola a mejorar su situación financiera, ya sea compartiéndole libros de ayuda financiera, a regalarle de vez en cuando algún tipo de salida a cenar o al cine, sea lo que sea, esas pequeñas muestras de solidaridad real, de comunidad, y de que somos seres humanos, ayudan a levantar el espíritu y brindan fuerzas para que las personas salgan adelante, aun cuando las cosas parecen insoportables.
En ese sentido, un grupo de personas y yo nos hemos dado a la tarea de empezar un proyecto para democratizar conocimientos financieros y aconsejar a las personas a salir adelante. Te invito a que nos visites haciendo click aquí y le compartas a solo una personas, puede que lo necesite o no, el siguiente enlace, así como este artículo. ¿Quién sabe? Puedes ser tu quien ayudó a María a mejorar su calidad de vida y a dejarle un futuro más brillante a su hijo.
Nota: La imagen utilizada no es de mi propiedad y nos acogemos a la licencia de CreativeCommons. Pueden encontrar la imagen original haciendo click aquí.
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