Dejo el blog por dos semanas y salen más escándalos del gobierno que las veces que llamaban a mis padres a la escuela por mi comportamiento.
OK, eso es exagerado, porque los llamaban bastante y todos los años. Pero ustedes entienden el punto que quiero tocar. La cantidad de escándalos por contrataciones poco transparentes e inescrupulosas no solo se ha disparado, sino que ha causado una pérdida de confianza de parte de las personas hacia el gobierno de Nito Cortizo. Esto es grave, ya que la institucionalidad del país, como he mencionado en otros posts en este blog y artículos en La Prensa, está por el piso y lo menos que necesita es que la sigan golpeando. No solo eso, lo que el gobierno estuvo haciendo bastante bien con las manos, lo está destruyendo con los pies. De no corregir el rumbo pronto, podemos vernos en una situación tan grave como ninguna otra desde la restauración de la democracia en Panamá.
Y es justamente esta falta de institucionalidad y transparencia, sumado a un pésimo estado de derecho, lo que me hace temer por el populismo desenfrenado que pudiese venir con la entrega de los bonos solidarios anunciados por el gobierno. Sí, en mi post anterior propuse algo mucho más radical que un bono de $80, por lo cual pueden pensar que soy un mar de contradicciones cognitivas. El tema radicaría en como se estructura el programa; mejor dicho, en como se estructura el uso del bono para que las personas lo utilicen para su beneficio objetivo (i.e. uso en medicamentos, alimentación, pago de servicios públicos, y similares) y no para gastos alimentados por la irracionalidad y sesgos cognitivos que empañan nuestra toma de decisiones.
Ciertamente, estaríamos entrando en un experimento si se llegan a realizar las medidas que se propondrán; bueno, siendo objetivos, todo lo que estamos viviendo a raíz de la pandemia es un gran experimento por parte del gobierno, por lo cual mantengamos la mente abierta. Por ello, lo crucial sería modificar las políticas y medidas que se tomen, conforme vaya saliendo nueva data, siempre que la cumpla con las 5 Vs del Big Data. De no cumplir, nos estaríamos corriendo el riesgo de modificar un experimento de manera innecesaria.
Uno de los primeros nudges que deberíamos implementar sería uno muy sencillo. En el envío del "estado de cuenta" relacionado a lo gastado vía la cédula, se colocarían caras felices, neutras, o tristes al lado del gasto por rubro (i.e. alimentación, salud, deudas, etc). Si el gasto de la persona es menor o mayor, dependiendo de la situación, al promedio de todos, entonces se le pondría una carita feliz al lado del monto gastado; de lo contrario, iría una carita triste, o una neutra (esta, si está justo en el promedio). Veámoslo con un ejemplo práctico:
Juan recibe su estado de cuenta a fin de mes. Ve que ha consumido $100 en alimentos y $500 en entretenimiento (donde entraría todo lo relacionado a consumo de bebidas alcohólicas, suscripciones tipo Netflix, y similares). Al lado de su consumo en alimentos, iría una carita triste, ya que consumió menos del promedio en alimentos, así como también habría una triste en entretenimiento, puesto que gastó más que el promedio en tal rubro.
Inclusive, pudiésemos ir más lejos que la comparación contra el promedio. Se pudiesen colocar las caras también basado en el consumo de un rubro, como porcentaje del total - los $1,500 en el caso propuesto en el artículo anterior. De esta forma, no solo estaríamos comparando el consumo de la persona contra el promedio, sino también contra el uso "apropiado" del dinero, de acuerdo a las mejores prácticas de finanzas personales.
Muchos me preguntarán, ¿pero PaleoPablo, algo tan tonto como colocar caritas tiene un impacto en el comportamiento de las personas?
Sí, sí lo tiene. Básicamente, como se expone en este artículo, la presión social, el no querer ser menos que otros (o más negativo), hace que las personas corrijan o mejoren las decisiones que toman. Apalancarse en el hecho de que somos seres altamente sociables y que, para bien o para mal, nos importe lo que piensen los demás - principalmente los de nuestra comunidad cercana - es una movida inteligente y que paga réditos. Hay mucha más literatura sobre este tema en el libro "Nudge: Improving Decisions About Health, Wealth, and Happiness", el cual recomiendo altamente, así como también otras 4 de cada 5 personas.
Para no extenderme mucho más en el artículo, mencionaré un segundo nudge que pudiésemos implementar para mejorar el uso de los $1,500.
Comprometer a las personas a actuar de una manera, los hace ser más responsables en su comportamiento. En un experimento realizado por el Profesor Dan Ariely, y que aparece en el libro "Predictably Irrational: The Hidden Forces That Shape Our Decisions", se mostró que, al comprometer a las personas a ser honestas basándose en recordar los Diez Mandamientos o prometer adhesión al Código de Honor de una institución (en el caso del experimento fue MIT, el cual, curiosamente, no tiene código de honor - al menos no al momento de realizar el ejercicio), previo a realizar un examen, hacía que las mismas fuesen honestas en cuanto a las respuestas entregadas en un examen; pueden ver más al respecto en este video. Basándonos en esta premisa, lo que se haría es comprometer a las personas a mantenerse dentro de un presupuesto predeterminado mes a mes. Se tomaría la Constitución como "base" para el buen comportamiento de las personas, haciéndoles dar "click" y colocar su nombre completo en una oración que diga "Yo, _________, me comprometo ante la Constitución a adherirme fielmente a este presupuesto que estoy estableciendo." Luego de hacer esto, nos apalancaríamos en dos sesgos cognitivos para mejorar como se establece el presupuesto.
La opción default (o predeterminada) de una acción, plan, actividad, o similares, es, usualmente, la que las personas terminan tomando, especialmente si la decisión requiere de mucho análisis o conocimientos que la persona no posee. Por ello, se establecería un presupuesto predeterminado para todos, basados en las mejores prácticas de finanzas personales. Ciertamente, habrá personas que modificarán dicho valor predeterminado - lo cual es positivo, desde la óptica de la libertad personal y de evitar encajonar a todo el mundo dentro de un solo "arquetipo". De llegar a esto, el hecho de que ya hay un monto predeterminado va a anclar (el sesgo de anchoring, en inglés) a una parte importante de las personas a montos parecidos al original. Igualmente, para prevenir que alguien coloque $1,500 en entretenimiento, se mostrarían mensajes indicando "sabías que el X% de las personas ha colocado $Y en esta categoría?", lo cual sugestionaría a las personas a corregir el monto colocado en cada rubro, basándonos nuevamente en el hecho de que, al ser seres sociales, evitamos ser los "diferentes" o hacer el ridículo ante nuestros pares.
Reconozco el hecho de que solo basarnos en nudges es potencialmente insensato. Esto, como mencioné anteriormente, es un experimento, por lo cual debe haber controles, más allá de los relacionados a los cambios por la data. Y es por ello que debe haber transparencia en cuanto a la entrega de los fondos y el uso que se le da a los mismos. Transparencia Internacional, por ejemplo, pudiese auditar la entrega del dinero a las personas que deben recibirlos, y en los montos que correspondan. A su vez, el Colegio de CPA de Panamá, sería el ente que revise el consumo de las personas por rubro, brindando mes a mes un agregado que debería coincidir con la data que muestre el gobierno. Como estas, deben implementarse otras medidas para robustecer la institucionalidad del programa, evitando así más corrupción, populismo, y demás hierbas aromáticas que impactan negativamente a nuestra sociedad.
Quiero conocer sus opiniones, medidas, y soluciones para este tema. Lo escrito aquí es solo uno, de muchos, posibles caminos que pueden tomarse para afrontar la pandemia y la crisis económica subsecuente. Confío en que juntos encontraremos el mejor plan para Panamá - para ti y para mi.
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