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María, Redux!

Writer's picture: PaleoPabloPaleoPablo

Que cosa tan curiosa esta simulación es. Ayer me llega la noticia de que unos monos, luego de atacar a unos asistentes de laboratorio, se robaron muestras del Covid-19 de un laboratorio en India. Como mencioné en un post previo, parece que nuestros primos están poco a poco revelándose; ya estamos advertidos.


Regresando a nuestra amiga María, a quien conocimos en el post anterior, sus penurias económicas son un reflejo casi perfecto de su día a día. Al levantarse a golpe de 3:00 - 3:30 am, tiene que ir de una vez a despertar a José, su hijo, quien debe empezar a arreglarse y desayunar para el colegio. Una vez ha terminado de preparar la comida, desayunar, arreglar la lonchera y maleta de José, y acompañarlo a la parada donde lo busca el bus que lo lleva al colegio, tiene que empezar a alistarse para el trabajo; con suerte, logra salir de casa antes de las 4:30 am, para sentarse en su carro e iniciar una travesía de cerca de dos horas hasta los estacionamientos de su trabajo, donde tiene la oportunidad de poder cerrar los ojos un rato y descansar hasta las 7:30. Una vez su alarma la despierta, escucha la voz en la radio que habla sobre las noticias del día - parece que una gran institución bancaria fue vendida por cientos de millones de dólares a inversores extranjeros. “Que fortuna para los dueños, pero ojalá que no despidan a nadie.” Piensa María, quien por un lado comprende lo maravilloso que es crear una empresa y luego poder venderla, pero por otro, piensa que muchas personas suelen perder sus trabajos por culpa de estas grandes multinacionales que solo quieren a extranjeros o a personas que cobren menos; como lo dijo una diputada en la Asamblea, ha de ser cierto. Se arregla un poco en el auto, ya que le toca abrir la oficina al ser la gerente de la sucursal.


Luego de una larga jornada de trabajo, de clientes groseros y compañeros de trabajo con mal carácter, cierra la sucursal y se retira a eso de las 5:45 pm hacia su casa, deseando que el tranque no le tome más de dos horas.


Llega a casa cerca de las 7:15 pm - hora y media, nada mal pensó - y empieza a preparar la cena para ella y su hijo. Cerca de las 9:00 pm, pone a dormir a José, y se retira a su cuarto a ver televisión por un rato. Cae dormida a golpe de 10:30 pm, para dormir poco más de 4 horas, y volver a repetir la rutina al día siguiente.


Ahora les pregunto, mis queridos lectores, ¿como creen ustedes es el desempeño y productividad de María en su trabajo? ¿Como puede afrontar con buena cara sus relaciones interpersonales laborales y sociales?


Estas son las complicaciones que vive una gran parte de nuestros conciudadanos. Una realidad que, para muchos de los que leen estas líneas - y para PaleoPablo - es muy diferente a la realidad personal. Para muchos, incluyendo al autor, el tiempo nos alcanza no solo para sobrevivir, sino para desarrollarnos y prosperar cada día un poco más. Podemos agrandar nuestros conocimientos y mejorar nuestras habilidades, ya que contamos con el tiempo y una actitud más positiva; solo el hecho de poder dormir entre 7-8 horas ayuda significativamente al estado de ánimo, a la capacidad cognitiva, y a la salud de las personas. Lastimosamente, este es un privilegio al que María difícilmente puede acceder. PaleoPablo se levanta por voluntad a las 5:00 am para leer las noticias, estudiar, escribir; en fin, para desarrollo personal por voluntad propia. María, por el contrario, tiene por fuerza que levantarse a las 3:00 am para ver si llega a tiempo a su trabajo y cerciorarse de que su hijo tenga la oportunidad de educarse mejor de lo que ella pudo, y que pueda aspirar a crecer y llevar una vida con propósitos y sueños más grandes de lo que ella puede imaginar.


Conociendo ahora esta realidad, siento es crucial que cambiemos nuestra forma de ver la sociedad en la que vivimos. Entendamos las grandes desigualdades y sus repercusiones sobre los demás y, por consecuencia, sobre nosotros también. Y vayamos un paso más allá que quedarnos solo en ese discurso de la desigualdad, ya que no lleva a nada positivo, pues la misma es solo un síntoma de un problema mucho más grave.


La desigualdad sale como consecuencia de instituciones políticas extractivas que han cercenado los derechos y oportunidades sociopolíticas de millones. Afortunadamente, nuestras instituciones económicas son un poco más incluyentes; pero hay aún mucho trabajo por hacer para que la libertad económica les llegue a todos por igual. Estas instituciones económicas sirven, de alguna forma u otra, como contrapeso a las instituciones políticas extractivas, que se benefician solo a sí mismas y a quienes se han enquistado en el aparato estatal y a sus allegados. Esta es la causa del problema. Esto es lo que hay que combatir para poder reducir la desigualdad y, tal vez más importante, la pobreza.


Ojo, tampoco sería prudente dejarnos engañar por la retórica de que hay que eliminar por completo la desigualdad, ya que esta también surge como consecuencia directa de las características propias e intrínsecas de cada persona. Querer eliminar esto sería querer eliminar cual posibilidad de seguir creciendo y desarrollándonos, al revertirnos todos a una media, o promedio, artificialmente creado por los que en ese momento tengan el control del aparato coercitivo del estado. Si esto llega a ocurrir, tenderíamos a caer en la estasis. ¿Y que nos enseñaron en la clase de ciencias de primaria sobre las especies o grupos que caen en estasis?


Sí, desaparecen. En otras palabras, este es el desenlace fatal al que, inexorablemente, nos llevan los disursos y políticas que buscan oprimir la individualidad, las diferencias innatas entre las personas, y nuestra libertad.





Nota: La imagen utilizada se libera de los derechos de autor bajo Creative Commons CC0.

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